TRANSMIGRACIÓN DE LA RUINA
TRANS FORMA
A continuación describo brevemente el inicio del proyecto, a la sombra de la contingencia sanitaria. Y continúo con un par de textos cortos con observaciones sobre formas  en las que comunmente procesamos información.
Cuando comenzé el proyecto a principios del 2020, me resultó imposible visitar misiones ya que la mayoría de los espacios públicos se encontraban cerrados, o con su acceso sumamente restringido. Así fue que comenzé a escribir mi experiencia, básicamente para comprender mi proceso interno. Los escritos iniciales pueden ser leídos en esta página. He omitido los detalles de cómo presenté mi caso a las autoridades del SNCA conforme los retos comenzaron a aparecer. Sólo puedo imaginar, cuántos de los becarios tuvimos que cambiar  los planes originales, y la flexibilidad que los jueces se vieron obligados a extendernos para facilitar nuestro trabajo, mi agradecimiento va a todos ellos.

Primos, 2018.

La experiencia vivida, relacionada con las restricciones sanitarias de 2020 y 2021, me llevó a adaptar radicalmente este proyecto a la nueva realidad.
El desafío que enfrentamos en este momento como humanidad, me ha hecho pensar: ¿cuál es mi granito de arena? ¿Cómo puedo contribuir a construir un mundo más justo y sostenible? ¿Qué puedo ofrecerle a mi vecino, cónyuge o amigo? ¿Qué debemos entender como sociedad en este momento?
Las respuestas, incluso cuando no estaban claras, secuestraron el proyecto con la necesidad de mirar hacia adentro para encontrar respuestas verdaderamente significativas. Hablar de lo que me resultó importante, particularmente en monólogo, se volvió imperativo.
La necesidad de reinventar nuestros paradigmas, de discernir intuitivamente entre lo que es real y lo que no, se revela como imprescindible para comprender y transitar este momento de la humanidad. La percepción se convierte en la realidad.
El proyecto continuó cambiando, incorporando audio, video y texto; y este último, convirtiéndose en crucial para transmitir lo que surge a lo largo de él.
Igualmente significativo es que, desde un principio, el desarrollo de la propuesta se ha producido de forma no lineal. Siendo posible acercarse a él, ya sea abordando el principio, el final o en cualquier punto intermedio. En este sentido, la versión web ofrece la mayor versatilidad.
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EL JUEZ
La forma aceptada de percibir el mundo incluye la idea de que está poblado por objetos y seres, animados e inanimados, todos separados unos de otros, nuestros 5 sentidos así lo confirman.
Esta interpretación, que se traduce en fragmentación, influye en todo lo que percibimos: yo, tú, él, la piedra, el sol, etc. Del mismo modo, nuestras actividades como seres humanos son percibidas en similar forma: los pintores pintan, los arquitectos construyen, los psicólogos analizan... Este enfoque prevalece en muchas áreas, incluidas la ciencia, la economía o la política, y el problema es que apoya y refuerza la idea de que lo que es una 'cosa', no es otra, cuando en realidad pueden ser ambas, y mucho más. Hay mucho que decir sobre este modelo, pero baste decir que un ser humano puede ser hombre, tener un cuerpo, ser padre de familia, artesano, místico, y cada uno de estos aspectos 'vive', todo combinado. en él, enriqueciendo lo que es, sinérgicamente; en combinación y sin separación. Además, este 'hombre', a su vez, es parte de algo mucho 'más grande'.
Me refiero a 'hombre' en el sentido de ser humano, no a diferencia de la mujer.
Hay componentes no físicos en el fenómeno humano —muchas escuelas de pensamiento respaldan esta creencia— que permiten acceso a otras formas de experiencia no basadas en la percepción, como los sueños, las experiencias de deja vu o las premoniciones. Pero ¿por qué estoy hablando de esto?
La construcción de este modelo de división en nuestras mentes, se originó temprano en nuestra infancia (posiblemente antes), y se refuerza a través de conceptos aprendidos en la escuela, una estructura que derivó su diseño actual del ejército prusiano (siglo XIX). Este sistema nos enseña a ser obedientes, a no hacer demasiadas preguntas, a ignorar las emociones, y más… como resultado, se desindividualiza nuestra diversidad creativa, priorizando ser aceptado por los demás o pertenecer a la tribu, como lo más importante. Estos son principios de pensamiento grupal, por la sencilla razón de que, en condiciones tribales, los individuos que no formaban parte del grupo tenían pocas posibilidades de sobrevivir. Este entrenamiento, ahora interiorizado en el niño, genera una voz interior, un juez, que evalúa y mira con recelo todo lo que no se ajusta a lo comúnmente aceptado por los demás.
He podido discernir esta voz dentro de mí, ordenándome cómo comportarme para ser querido y aceptado y, más tarde, regulando (como artista) qué
piezas o ideas debo aceptar como propias, y cuáles no son dignas de serlo —o demasiado audaces para la sensibilidad de otros.
Este proceso continúa a lo largo de la vida, ejerciendo su efecto normativo a través de familiares, maestros, guías, etcétera.
¿Porque es esto importante? Porque gran parte de lo que somos no aparece como parte de lo que mostramos a los demás, haciendo a un lado lo que puede resultarnos difícil de integrar a nuestra propia imagen.  Elegimos una versión higienizada de nosotros mismos por encima de la versión real que llevamos dentro.
Una segunda parte del proceso puede conducir al juicio. Juzgamos a los demás, en función de su apariencia o nuestra percepción de ellos, y por extensión, de sus cualidades y capacidades; me vienen a la mente algunas creencias comunes, por ejemplo:  un médico sabe 'más' sobre el proceso de curación que un curandero/sanadora, o un artista entiende menos de política que un diplomado, una persona mayor sabe más que una joven, etc. Las razonamientos en los que coincidimos se basan en prejuicios o creencias, ya sea de género, sociales, religiosas, o debido a nuestras propias limitaciones. La realidad en la que acordamos creer,  siempre ejercerá una fuerte influencia sobre nosotros, seamos o no conscientes de ello.
Esta premisa, debería hacernos dar cuenta de lo erradas que pueden ser nuestras valoraciones, poniendo en cuestión nuestra percepción y creencias en todo momento
¿Por qué es tan importante el juicio y esta 'mentalidad de grupo' al evaluar nuestra experiencia humana? Uno, porque la creencia y la percepción 'aprobada' lo determinan, y dos, porque el juicio contribuye a la ilusión de separación de los demás, reforzando nuestra indiferencia emocional, ignorando lo que nos es común.
Enseñanzas místicas han proclamado durante mucho tiempo que todo en el universo está interconectado a pesar de que no podamos percibirlo, y sabemos que nuestros sentidos solo pueden detectar una muy pequeña parte de las ondas electromagnéticas presentes en nuestro entorno.
Esta noción de Unidad, como característica fundamental del universo, ha cambiado mi comprensión del mundo en que vivimos, aun cuando tenga que recordármelo constantemente.
Y he aquí mi pregunta: ¿Cómo no caer en la trampa de creer que todo lo que pienso, o percibo, es correcto?

Exploración conversación, 2019..

"Lo que nos mete en problemas no es lo que no sabemos. Es lo que sabemos con certeza, que simplemente no es así."
Mark Twain
UNA COSMOLOGÍA PERSONAL
Crecí en la Ciudad de México, cursando la primaria en un colegio jesuita, y la secundaria y preparatoria en un colegio no religioso. Ideas como la igualdad y la justicia social reemplazaron mucho de lo que aprendí dentro de la educación católica. Bajo el nuevo modelo, creer en algo invisible se convierte en evidencia de ignorancia y todo parece estar regido por el método científico.
Esta confusión generó un fuerte nihilismo en mi vida, y con él, un estado de búsqueda velada que se prolongó durante años. Hacer nuestro propio camino implica deambular, adaptado a la ausencia de otros, y a la cercanía de Saturno. Muy probablemente esta fue una de las razones por las que emigré de México, en busca de mi propia voz, de una cosmología personal, con frecuencia difícil de explicar o defender, sin embonar con facilidad en ningún lado.
He caído en la cuenta de que soy guiado sólo cuando creo en ello. Si no confío en el proceso, difícilmente se manifesta, y por el contrario, de hacerlo, siempre me ha llevado a puerto.
Aparentemente, la religión es a la espiritualidad lo que las rueditas para andar en bicicleta son para la bicicleta. Puedo ver la historia de mi viaje, comenzando durante mi infancia con mis ambigüas y rígidas herramientas jesuitas, continuando con la exploración de mi cosmología personal ( de una punta del universo a la otra), hasta el momento actual, en que la confianza y claridad alborean con más frecuencia.
Una transmigración/ reencarnación, de confusión e inseguridad, a una vaga sensación de incierta calma.
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Transmigración de la Ruina se ha llevado a cabo con la generosa ayuda del Sistema Nacional de Creadores SNCA, organismo de promoción de la cultura del Gobierno de México.
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