LOS MAPAS MENTALES
Los mapas han sido formas de apropiación, asociados tradicionalmente con la idea de familiarizarse con un territorio para su conquista. Un esquema que es trazado para luego ser comprendido.
Al encontrarme frente a la compleja realidad descrita en la presentación del proyecto, mi ingenuidad fue evidente; mi primer impulso fue cancelarlo y regresar la beca, sin embargo, me sentí persuadido a explorar mi "hallazgo", este gran agujero descubierto en la tela de nuestra sociedad, sin tener una idea de cómo parcharlo.
Después de años de desaprender nociones religiosas y culturales, comenzando con mi educación Católica, esto se perfilaba como la forma de explorar mi pasado —posiblemente de reconciliar ideas abandonadas hace mucho— y de buscar la verdadera raíz de las enseñanzas originales: ¿Es posible ver al otro como mi hermano o hermana? ¿Como a mi mismo?
Esto me llevó a buscar imágenes relacionadas con el tema de las misiones en internet, para luego elegir y combinarlas según lo sentí adecuado, algunas simplemente eran imprecisas o sugestivas, otras tenían un significado evidente, y un tercer tipo, me resultaban

San Pablo, Altar de Issenheim de Mathias Grünewald.
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ambivalentes, o hasta inquietantes por su contenido.
Me percaté de como muchos valores aceptados durante la colonia, los cuales consideramos "cuestionables", se encuentran presentes hoy dia, algunos disimulados, otros tolerados. ¡Estaba mirando el anteproyecto del mundo en el que vivimos hoy! El cual, probablemente, es muy similar al que el ser humano ha seguido desde hace muchos siglos, dobles estándares valores opuestos o ambiguos. Se me puede llamar naîve, pero esto me resultó alarmante. ¿Es esta la sociedad "moderna"?
Conforme continué mi investigación, mi mente racional tamizó el paradójico enjambre de emociones con las que me topé, haciendo posible seguir adelante. Al tomar cierta distancia, el ejercicio no tardó mucho en volverse fascinante y alarmante, un retrato de la cultura contemporánea,  comenzó a emerger — complejo y contradictorio—, en completo desorden.  Mi papel consistió en permitir que las piezas encontraran su lugar en el mapa.
Fue entonces que la propuesta empezó a tejerse por sí misma, formando la “disonancia coherente” que muestran los mapas mentales.
Debo mencionar la influencia de el Bilderatlas Mnemosyne de Aby Warburg (1866-1929) y Gertrud Bing, historiadores alemanes de origen judío. Su interés por la cultura clásica occidental, los llevó a idear un procedimiento de exploración y presentación de sistemas de relaciones, no siempre obvios, a través de técnicas de asociación de imágenes.
El resultado es una gran cantidad de paneles con relaciones fotográficas significativas para ellos, de carácter muy personal, heurístico y no lineal —no son verdades universales. Características que mis mapas comparten con los suyos.
Esta libertad de asociación que Warburg y Bing exploraron, me inspiró por su carácter profundamente creativo, el cual permite crear un documento en el que imágenes aparentemente dispares son ensambladas y usadas para crear una experiencia abrumadora o de "enjambres de significados", el cual, yo interpreto, ►
potencialmente nos puede conducir a entrar en contacto con el inconsciente.
Creo que esta cacofonía, también puede llevar al espectador a establecer cierta distancia emocional de las imágenes, gracias a su aparente antagonismo, permitiéndole percatarse de cómo dispararan “programas” internos que invocan emociones y memorias.

Cabe resaltar la importancia de permanecer conciente de aquello que las imágenes suscitan, como un "testigo", idealmente, eludiendo una reacción emocional. Cuando las imágenes se vinculan a eventos sociales violentos o traumáticos, como lo es la época colonial, me doy cuenta del profundo reto con el que este ejercicio confronta al espectador. El desafío yace en poder observar aquello que nuestra mente nos presenta, sin identificarnos de lleno con ello.

Es importante preguntarnos ¿Cómo es que toda esta información histórica ha llegado a nosotros? ¿Cómo sabemos lo que sabemos? 
¿Qué aconteció realmente en el pasado?¿Qué fue verdad y qué no lo fue?
¿Es posible responder verazmente estas preguntas sobre eventos que acontecieron hace siglos, cuando  es prácticamente imposible saber que está pasando hoy dia?
LOS MAPAS
Los mapas representan aspectos de mi mente, divididos por temas en forma liberal.
Los dos primeros se refieren a mis creencias sobre la índole de la realidad.
El tercero y cuarto a mi perspectiva, a priori, de San Francisco de Asís y las misiones.
El quinto y sexto hablan de Fray Junípero Serra y la dolorosa experiencia de los descendientes de estos pueblos originarios.
⊹ En los siguientes 6 mapas continúo con imágenes sobre la “sombra" Jungiana desde mi punto de vista, claramente nutrida por mi experiencia personal, así como la historia que me fue narrada. La temática de lo que contiene cada lámina es, no sólo arbitraria, sino deliberadamente ilimitada; lo único que la constriñe es mi imaginación.
⊹ El número 13 es un mapa en el cual un héroe puede verse como un villano, y viceversa, dependiendo de quien cuenta la historia. El bien y el mal son factores polares —conforman la unidad— no antagónicos como la sociedad tiende a caracterizarlos.

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Audio sugerencia para ver los mapas / Resonancia 432, 9 min.

Germán Herrera, 2021.

Cual es la relación entre la caóticas formas pensamiento encontradas en los mapas, y el mundo que nos rodea?
Video que narra mi forma de interpretar un aspecto del proceso de sanación, propuesto por  David Levi Strauss en:  Between Dog & Wolf: Essays on Art & Politics. Duración 3:00 min.
¿ES POSIBLE CAMBIAR?
Después de haber explorado los mapas, me doy cuenta de que llevo "esto" adentro, toda esta información — disparada o antagónica —, permanece conmigo dondequiera que vaya; es todo aquello que la sociedad acepta y que tendemos a integrar, porque la comunidad no lo cuestiona.
Y que es "esto"? Recuerdos, historia, pensamientos, sentimientos y creencias. Todos ellos operan ampliamente a nivel subconsciente.
No tuve que ir muy lejos para ver los efectos de esta información, sucede en mi propia casa, en el trato con mi familia o con amigos... con las cosas más simples y cotidianas. Entrar en estos patrones con mayor conciencia de ellos en mi psiquis, no ha sido fácil.  Parece inevitable cada vez que me encuentro en el umbral de un evento determinado— entrar en ese vórtice de sentir y pensar, cada vez que me encuentro en el umbral de un evento determinado— particularmente cuando las emociones son fuertes o, digamos, ineludibles. Cuando un evento de mi vida toca fibras profundas, en particular en relación a eventos dolorosos, desencuentros amistosos, históricos, o del planeta, me resultaba particularmente difícil regresar a un espacio emocional neutral. Lo que describo se aplica a interacciones con otros, en la calle, en relaciones amistosas o familiares, afiliaciones políticas y culturales, etc.
Entonces la pregunta sería: ¿Ahora que soy consciente de algo que deseo cambiar —¿es posible cambiarlo?
Se me ocurren dos posibilidades, la primera sería no reaccionar, es decir no permitir que mi reacción se exprese, disociarme de ella, observarla. ¿Es esto posible? La segunda sería cuestionar aquello que me hace reaccionar, y preguntarme, ¿es esto real? o ¿esta experiencia me está llevando a revivir una memoria o experiencia del pasado?
Habitualmente, esto es precisamente lo que acontece. Aquello que frecuentemente genera emoción es la invocación (inconsciente) del evento original, no la situación que tenemos delante.
¿Cómo cambio la historia? ¿Cómo cambiar creencias y sentimientos que parecen transformarme en una persona diferente, separándome de los demás?
¿Puedo permitirme reaccionar en forma diferente para sentirme mejor?
Me sentí cansado de encontrarme en situaciones habituales que incluían antagonismo o enojo sin haber decidido conscientemente vivirlas, me recordaba a la dinámica de un programa de computadora que entra en operación.
Al observarme pensé: si esta es mi experiencia, posiblemente otros viven algo parecido.
Regresando a los mapas, la conclusión a la que llegué fué: Si tenemos la expectativa
de vivir una experiencia como conflicto (ideas en mi psiquis), es así como se manifestará.
Si, por lo contrario, pensamos en una situación X, y podemos visualizar en nuestra imaginación, un desenlace armonioso y positivo, esto es lo que tenderá a suceder.
Si estos mapas reflejan mi idea del mundo, si estas imágenes viven dentro de mi psiquis, ¿es una casualidad que la manifestación física del mundo en que vivimos, tenga características similares?
Si lo pensamos un momento tiene mucho sentido, la TV, las noticias, y el mundo en general, tienden a propagar, a dar prioridad, a todo aquello que nos pone en contacto con el miedo, con la separación y el antagonismo. ¿es una coincidencia que mi mundo externo se parezca  a aquel que vive dentro de mi?

Este momento del proyecto me llevó a tomar consciencia de mi proceso mental. Primero, invitándome a percatarme de todo aquello en lo que pienso que no me gusta, que me incomoda o me hacer sentir miedo. Y segundo, a disociarme de toda imágen de víctima, ya sea de circunstancias o de las acciones de otros. A detener ese pensamiento en el momento en que se hace consciente, punto.
Entonces me resultó evidente que necesitaba ayuda para lograr cambiar el mapa, y provino de un libro, un manual de enseñanza  para 'recablear' nuestra forma de pensar y actuar, llamado Un Curso de Milagros.
Para efectos de este trabajo, me limitaré a mencionar su efectividad como método para percatarme de los contenidos de mi mente, mis creencias, y de ver su conexión con el mundo en que vivimos. Un texto, diseñado para deshacer la forma en que procesamos información, y para crear otra radicalmente diferente.

Mapa E.E.U.U. S XX, detalle.

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